ALGUNOS PROYECTOS MINEROS SERIAN INVIABLES CON LA APLICACION DEL NUEVO IMPUESTO A LA MINERIA
Algunos proyectos mineros serian inviables con la aplicacion
del nuevo impuesto a la mineria El pasado viernes 5 de julio se publicó en el
Boletín Oficial de Santa Cruz la ley que pone en funcionamiento el denominado
“Impuesto al derecho real de propiedad inmobiliaria minera”, lo que según la
mayoría de los analistas, llevará a las empresas en producción o que están
construyendo sus proyectos, a presentar
amparos ante la Justicia mientras se
dilucida la legalidad o no de la norma, y además frenaría aún más la ya
diezmada exploración minera en el Macizo del Deseado.
Según Florencia Donovan (La Nación), el nuevo gravamen
“podría costarle a Santa Cruz acciones legales por parte de las empresas que
operan en la provincia”, ya que de aplicar el impuesto, “el Estado provincial
no sólo estaría violando la ley de estabilidad fiscal de la que gozan las
mineras, sino que además estaría haciendo prácticamente inviable algunos de los
proyectos que hoy están en curso”.
Por su parte, el ex secretario de minería Carlos Saravia
Frías, socio del Estudio Saravia Frías, Mazzinghi Abogados, afirmó que “la
aplicación de este nuevo impuesto resulta violatorio de la estabilidad fiscal
en los casos de aquellos emprendimientos que tengan dicha estabilidad
concedida”, y sostuvo al respecto que “es inconstitucional por ir en detrimento
del Código de Minería de la Nación, de la ley de inversiones mineras y del
compromiso asumido por la provincia de Santa Cruz mediante el Acuerdo Federal
Minero”.
Otro especialista que dio a conocer su opinión por estos
días fue el secretario del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas (Cadim),
Mario Capello, quien advierte que el impuesto pone en riesgo todos los
proyectos que todavía no están operando: “Como el tributo grava las reservas,
las empresas que más deberán pagar son las que todavía no están en operación,
porque son las que tienen más cantidad de reservas, mientras que las que ya
están en operación, poco a poco se las fueron comiendo”. Capello le puso un
número aproximado a lo que se recaudaría de aplicarse sin trabas el gravamen.
“anualmente se estaría recaudando por este nuevo impuesto por los menos US$ 172
millones adicionales”, dijo, advirtiendo que entre las compañías más afectadas
estarían Goldcorp (Cerro Negro) y Yamana Gold (Cerro Moro). “Para un proyecto
como Goldcorp, que requiere una inversión de unos 1000 millones de dólares, el
impuesto le representa casi unos 200 millones adicionales en los próximos dos
años. ¿Cómo se lo explica a sus accionistas?.
Se termina la minería en Santa Cruz con esto”, dice el
ingeniero de minas, recordando que ya sin el gravamen, la Argentina tiene, en
minería, la carga tributaria más alta de América. La abogada especialista en
derecho minero Sabrina Lauberer, del estudio Abeledo Gottheil Abogados,
concluyó en un estudio dado a conocer la semana anterior sobre este tema, que
“es probable que este polémico gravamen genere una ola de acciones legales,
incluso se espera una defensa y estrategia conjunta de las compañías afectadas,
sea a través de medidas cautelares para frenar la aplicación del impuesto hasta
que se defina la cuestión de fondo o mediante recursos de amparo”.
Lo que sí aclaran todos los analistas, es que esta ley no es
el único escollo para el normal desarrollo minero, sino uno más que agrava un
panorama difícil para una industria que sufre por estos días los embates de la
caída de los precios internacionales (en lo que va del año disminuyeron en un
tercio), la cautela de inversores que rehuyen de poner sus ahorros donde no hay
certezas, las dificultades que genera un mercado de divisas desdoblado y el
contexto inflacionario, entre otros agentes que por sí mismos pondrían en
riesgo la continuidad de las operaciones. Algo de esto, justamente, fue
señalado el viernes pasado por el gerente general de Cerro Vanguardia, Jorge
Sanguín, en una reunión con todo el personal de la compañía minera
santacruceña, en la que se hizo un llamado a aguzar el ingenio para mejorar los
estándares y producir lo mismo, o más, gastando mucho menos. Todo un desafío en
un contexto en el que los proyectos ven que sus inversiones se multiplican y
las ganancias quedan cada vez más por debajo de lo proyectado.
Fuente: lapaginapolitica.com
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