LA POLÍTICA DESTRUYE LA INVERSIÓN MINERA
Julio Ríos Gómez, presidente del Grupo de Empresas
Exploradoras de la República Argentina, (GEMERA), advirtió sobre la pronunciada
caída de la exploración minera en el mundo y reclamó condiciones de
competitividad, y no los desalientos actuales, en la Argentina para enfrentar
el difícil escenario y atraer
inversiones.
El dirigente empresario invocó el reciente informe del
Metals Economic Group (MEG) sobre 135 países, en el que cifró en un 30%, hasta
US$ 568 millones en mayo-junio, la merma de presupuestos para la búsqueda de
nuevos recursos y reservas mineras en el planeta.
“El momento actual de los mercados mineros está signado por
la caída de precios de los commodities mineros y consecuentemente de las
acciones de las compañías, lo que ha llevado a revisar la continuidad de
proyectos. Ante la caída del oro, plata, cobre, las empresas prefieren quedarse
con el efectivo, y no buscan invertir en nuevos proyectos”, subrayó Ríos Gómez.
“Los recientes pronósticos indican que la caída va a ser
todavía más pronunciada”, dijo el líder de GEMERA, la entidad que reúne a las
mineras que exploran yacimientos en el país, la mayor parte de ellas “junior”,
que han sido afectadas por la depreciación de sus capitales. Y puntualizó en
Argentina “la situación tiene un plus de complicaciones por el problema del
cepo cambiario y por la alta inflación cuya expectativa no baja del 25%. El
dólar oficial barato y la ridícula tasa del INDEC son los síntomas de una
política económica que intenta camuflar la pérdida de impulso de la economía
productiva para refugiarse en su principal objetivo que es alentar el consumo”.
Ríos Gómez se refirió al contraste con la libre
disponibilidad de divisas que decretó esta semana el gobierno nacional para
alentar la inversión en petróleo y gas. “Era previsible. Porque en esta década
la política energética desalentó cualquier proyecto de hidrocarburos, lo que ha
llevado a un desabastecimiento inédito en el país, y la factura de importación
de combustibles está dañando la economía del país. El decreto 929 permite que a
las empresas que quieren invertir arriba de los US$ 1.000 millones, tengan la
disponibilidad de un 20% de lo que logren cubrir, sin restricciones a partir
del quinto año, además del ingreso de los bienes de capital con una tasa de
hasta el 0%, por el decreto 927 que fijó aranceles de hasta el 14%”.
“La Argentina no ha sido original en esto, hoy sobran los
ejemplos, desde Gran Bretaña hasta Polonia que han bajado drásticamente sus
impuestos para alentar a los inversores petroleros”.
Mientras tanto, el presente del sector minero hoy es muy
distinto, porque debe seguir peleando por la plena vigencia de la ley 24.196,
de Inversiones Mineras, que fue la que llevó al éxito de la actividad.
“La minería ha sufrido además con los obstáculos a las
importaciones y por las provincias que toman decisiones y vulneran la
estabilidad jurídica y fiscal de la ley 24.196. El mejor ejemplo de esos
desaciertos es Santa cruz, con la reciente ley de impuesto sobre los recursos
de los yacimientos que pretende cobrar todos los años. Sin contar el salvajismo
sindical en esa provincia, alentado o consentido por el gobierno, que ha hecho
huir a mineras que exploraban”.
El impuestazo del gobernador Peralta expresa una inusitada
rebeldía de las provincias frente a la ley 24.196. Santa Cruz, ahora enemistada
políticamente con la Nación, está asfixiada y el gobierno provincial ha
sugerido que en vez de protestar contra Santa Cruz deberían protestar a nivel
nacional para que el impuesto sea descontado del impuesto a las ganancias. Sus
funcionarios han dicho que la Nación se llevó 2.500 millones de pesos en
regalías y que sólo un 10% queda para la provincia, cuando los recursos son
provinciales.
“Desde GEMERA hace tiempo que advertimos que si no se rompe
esa asimetría, las provincias iban a tentarse con más impuestos a las empresas,
poniendo en riesgo la ecuación de rentabilidad. Eso es lo que pasó hoy y
terminó afectando a las compañías mineras, que con estos nuevos tributos no
pueden invertir”.
“Con este cuadro, la inversión este año va a quedar limitada
a una o dos provincias, como San Juan o Salta y con restricciones del orden del
50% de inversión en San Juan o Salta. Hay casos, como el de Catamarca, que son
paradójicos porque el gobierno actual se mostró interesado en impulsar la
minería y por eso rehabilitó el proyecto Agua Rica, pero después cambió las
reglas de juego y dijo que todo proyecto que se quiera poner en marcha en
Catamarca debe pasar también por la nueva empresa estatal Camyen. Eso asustó a
los inversores en primera instancia y habrá que ver en qué termina esto”
Las empresas mineras hoy miran con lupa sus estados de
resultados y la productividad de sus minas, y no quieren invertir por no perder
el efectivo. Un ejemplo es una de las mineras con intereses en el país, Golden
Minerals, que acaba de parar su mina de oro y plata Velardeña, en México (mina
de oro y plata). Minera decide parar el yacimiento y reducir personal. Esto que
pasa en el mundo tiene su correlato en la Argentina porque varias empresas han
hecho sus números y hoy no podrían invertir, por más que quisieran, con una
participación compulsiva del Estado, como se plantea en varias provincias con
el aliento de la autoridad minera nacional.
“Hay muchos políticos que parecen decididos a destruir
inversiones. Porque no quieren enterarse de que los mercados están en crisis,
porque el oro cayó un 30% y la plata un 70%. Con estos impuestos no van a hacer
otra cosas que retraer la inversión en las exploradoras y en las minas en
operación que así revisarán los planes de expansión”.
Fuente: miningpress.com.ar
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