lunes, 16 de diciembre de 2013


¿ES POSIBLE UN MUNDO MODERNO SIN MINERÍA?



La actividad minera está vinculada directamente al uso y consumo de bienes y servicios que hacemos los humanos en el diario vivir, y por ello, están mediados principalmente por algunos factores:

La demografía, definida como la relación entre la cantidad de humanos y el territorio que ellos habitan.


El desarrollo económico de los territorios, que incentiva fenómenos como los desarrollos en construcción e infraestructura y la urbanización.



Los cambios en la capacidad adquisitiva de las personas, que cambian patrones de consumo y demandas de productos tecnológicos.

De esta forma, la actividad económica minera prácticamente está vinculada al desarrollo de las sociedades y hace parte fundamental de lo que necesitan las naciones para su presente y su futuro; no se pueden sustraer los insumos y materias primas que sirven para el mantenimiento de la economía actual y las necesidades del mundo moderno de un momento para otro, al igual que la sociedad no está dispuesta a dejar de usar o consumir algunos servicios y bienes que les traen confort y calidad de vida (aires acondicionados en invierno, ropa, zapatos, autos, computadores, etc).

Al respecto del incremento demográfico, el U.S. Census Bureau (2011) menciona que la población mundial aumentó de tres mil millones en 1959 a seis mil millones de 1999, esto es, un incremento del doble en más de 40 años. Sin embargo, si bien las últimas proyecciones señalan que el crecimiento de la población continuará en el siglo 21, lo harán más lentamente, proyectándose un crecimiento desde seis mil millones en 1999 a nueve mil millones en 2044, esto es, un aumento del 50% que se espera que requiera 45 años[1]; en la actualidad, se estima que más del 50% de la población vive en las ciudades, pero se espera que en 40 años esa proporción crezca hasta un 70%, y con ello, las demandas de ciertos productos y servicios continuarán en aumento, aún si redujéramos nuestra tendencia actual de consumo.

Ahora bien, buena parte de la materia prima para la producción de esos bienes y servicios provienen del sector minero mundial, y de su actividad y manejo de recursos naturales que en su mayoría son considerados no renovables; tal y como lo menciona el Ministerio de Minas y Energía de Colombia[1], se observa que la producción de minerales metálicos y no metálicos mundial a nivel de yacimientos, de concentración y de explotación va en descenso, pero la demanda de materiales va en franco aumento, como se puede ver en la siguiente gráfica.


Dado que el panorama mundial de demanda de minerales continuará en ascenso por el desarrollo económico de algunas naciones y el crecimiento demográfico de otras, las empresas mineras y de hidrocarburos se están enfocando en desarrollar proyectos en diferentes regiones antes no explotadas, como Latinoamérica; pero no se puede hacer un manejo indiscriminado como el de décadas anteriores: la reposición de reservas es más difícil por restricciones ambientales que son más duras a nivel mundial y en las operaciones modernas es una premisa el disminuir el impacto ambiental negativo ocasionado por la actividad minera.

Solo por estas condiciones, es claro que como sociedad que busca mejores condiciones productivas y de desarrollo para el país, no podemos renunciar a la minería, pero también es claro que la minería ya no se realiza a cualquier precio: elementos sociales, culturales y sobre todo ambientales entran a jugar un papel preponderante en todos y cada uno de los proyectos, con miras a lograr que así como otras actividades productivas, la minería aporte realmente al desarrollo sostenible de los pueblos.

José Alejandro Martínez  (jamartinez@ean.edu.co). Ingeniero químico, Magister en Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia, Doctorando en Ciencias empresariales (IPN, México). Especialista en manejo de residuos sólidos y peligrosos (UNAM – JICA), en energías alternativas (CEDET, CIEMAT España) y diplomado en Educación Ambiental (PUJA, Colombia) y en Desarrollo sostenible (Lauphana, Alemania). Docente asociado y coordinador de programa en la facultad de postgrados de la Universidad EAN e Investigador en Gestión Ambiental Empresarial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario