martes, 21 de enero de 2014

“LA MINERÍA HA CAMBIADO. LAS COSAS SE PUEDEN HACER BIEN”

VECINOS PIDEN AL ESTADO QUE PROPICIEN UN DEBATE AMPLIO Y SERIO SOBRE LA ACTIVIDAD
“La minería ha cambiado. Las Cosas se pueden hacer bien”. La conclusión no le pertenece a foráneos que pretenden inculcar una idea a la población local, sino a vecinos que ven como la industria puede significar una oportunidad cierta de desarrollo para una ciudad como Esquel que demanda cada día más la generación de puestos de trabajo que se originen en el sector privado y la obvia imposibilidad del Estado de brindarlo, ya sea de manera directa como empleado de la Administración Pública o indirecta con la obra pública.

Sergio Kaín,  Natalia Williams y Gustavo Ámbar, el pasado sábado conformaron el panel de invitados del programa “Hablemos de Minería” que se emite por FM Esquel cada fin de semana.

UN POCO DE HISTORIA
Sergio Kaín,  geólogo que vive en Esquel, a partir de su especialización en exploración minera, trabajó en el cordón Esquel aunque aclara que no en el sector en el que están los yacimientos que involucran al proyecto Suyai que Minas Argentinas propone a los esquelenses poner a producir en un sistema de galerías, “sino unos 10 kilómetros al norte”
 “En el año 96 se descubrieron las vetas que llegan hasta casi el cerro Tres Picos” rememora el geólogo, “y en el año 97 fue que se comenzaron a hacer los estudios más importantes. Si bien había oro en superficie, 30 metros más abajo no había nada. Posteriormente la empresa que tenía los derechos los negocia con otra empresa, la minera El Desquite (conformada por dos empresas una de las cuales era de capitales argentinos) que fue la más conocida en Esquel y que fue la que realizó los mayores estudios en el descubrimiento principal y donde están los recursos. Después vino Meridian Gold y el después llegó el 2003 en que se pararon las actividades”.

El día 4 de junio del año 1997, el diario local El Oeste publicaba en su tapa como título principal: “ESQUEL. ORO” y desarrollaba un artículo con detalles del descubrimiento en el Cordón Esquel.  Kaín recuerda la sorpresa que generó aquella tapa en la ciudad de Esquel, “si bien ya se conocía que había oro en la superficie. En aquel momento hubo mucha repercusión en Esquel, todo el mundo estaba muy interesado porque se veía como una fuente de trabajo. Después, cuando Minera El Desquite descubre las reservas que había, la gente estuvo muy entusiasmada, mostraba interés en trabajar. Incluso muchos comerciantes y prestadores querían prestar sus servicios también. Hasta fines del 2001 e inicios del 2002 la gente estaba interesada”.
Recuerda el geólogo que no solamente se generó entusiasmo, sino que el descubrimiento tuvo un pequeño impacto en la economía local a partir de que la empresa minera de entonces contrató distintos servicios en la ciudad como por ejemplo el alquiler de vehículos o viviendas o compra de insumos, “pese que solamente era una etapa de exploración. Pero ya tenían unos 50 empleados y ese dinero circulaba en la ciudad. Imagínense como se notaría si fuera durante una etapa de producción”.

Más adelante volvería el geólogo sobre este último punto al afirmar que desde lo económico, “tener la mina va a repercutir inmediatamente. Los impuestos que paga la actividad en general, anda en alrededor del 52% de lo que genera”. Fue entonces cuando planteó que no todo lo recaudado queda en la provincia, “y de esto la gente se queja mucho. Porque la mayoría de los impuestos se la lleva Nación, como por ejemplo ganancias o derechos a las exportaciones. La minería deja, el problema es la distribución”. De todas formas aclaró que esos porcentajes menores que le quedan a los municipios o la provincia, “son en cuanto a dinero, montos muy importantes, muy grandes”.
Además mencionó el ingreso de dinero al circuito económico local producto de los sueldos del personal “y el efecto multiplicador porque de cada una persona contratada de manera directa, se generan tres o más puestos indirectos”.

15 AÑOS DESPUÉS, EL FANATISMO
Una década y media después de aquel titular, el oro sigue allí, esperando a ser aprovechado mientras que en la ciudad, solamente en la bolsa de empleo del municipio local, hay más de 4 mil cv de vecinos que esperan acceder a un trabajo. Natalia Williams, en su rol de vecina, consideró necesario, “que la gente conozca el proyecto actual. Porque se lo cuestiona y se lo condiciona de parte de un grupo de gente que no quiere dialogar, que tiene una posición fanática en este tema, que se cierra y no respeta la opinión ajena. Y el fanatismo no conduce a nada”. Cree que si existiera un diálogo donde se puedan exponer los argumentos del porque si o porque no, “podríamos juntarnos y ser partícipes de poder generar este beneficio para toda la gente”.
“Mi situación (socio económica) no es mala”, agrega Williams, “pero yo he recorrido los barrios y hay situaciones muy feas de muchos vecinos que el resto no la está viendo porque están cómodos”. Por ello pidió a sus conciudadanos que, “vayan a la periferia de Esquel, contemplen lo que pasa”.
Natalia Williams sospecha que si el proyecto se aprobase por las autoridades, muchos de los hoy opositores van a cambiar de posicionamiento. “Hoy no lo quiere nadie pero cuando esto se de van a ser los primeros en querer estar”.

GOBERNAR PARA TODOS
Por su parte Gustavo Ámbar analizó el comportamiento de la clase dirigencial, entendiendo que se debería, “gobernar para todos y no para un solo sector. Por ejemplo los concejales (de Esquel) no acompañaron este proyecto ni muchos otros pero tampoco han presentado ellos ninguna alternativa, no se ha hecho nada”.
“Acá está faltando una pata, la de la política”, dijo Ámbar aludiendo al pedido de una apertura del debate que están haciendo sectores que propician el desarrollo minero de Esquel y la región, “las autoridades deberían dejar que se conozca el nuevo proyecto, que se conozca cómo puede impactar ese nuevo proyecto en  otras  actividades”.
“La gente tiene que sentarse a hablar. No es si porque o no porque no.  Acá hay que consensuar”, sostuvo.
“Hoy todo tiene minería. Las medicinas, la tecnología que usan quienes están en contra de la minería,  tienen productos de la minería. Entonces no podemos sacar, por ejemplo, de los estudios el tema minero”, planteó en otro momento el vecino.

LA MISMA CAMPANA DE HACE 15 AÑOS
Coincidió el geólogo Sergio Kaín la necesidad de una participación de todos los actores en un debate profundo sobre la cuestión, y remarcó también la ausencia del Estado en este momento, “los vecinos estamos participando. La empresa está participando. Faltan los funcionarios para de esa manera poder alcanzar un diálogo sincero y real. Mientras tanto será muy difícil llegar a beneficiar a toda la sociedad con la actividad minera”.
Para Kaín, “hoy se sigue escuchando la campana de hace 10 años porque es la campana que tiene prensa. Porque es la campana que queda bien y que parece ser la creíble cuando no es así”. Reconoció entonces que, “la antigua minera tuvo muchos errores del punto de vista ambiental. Justamente son esos errores los que se utilizan desde  10 años para defenestrar la minería. Pero la minería actual es distinta, es otra historia. Es de las pocas actividades en el país y el mundo que tiene tremendos controles ambientales e incluso en la Argentina la minería comenzó en los 90 con una ley ambiental nacional y no sé si hay hoy otra actividad que la tenga”.
Mencionó el cercano ejemplo de Chile, “que tuvo los mismos riesgos que nosotros. Y ellos están explotando (yacimientos mineros) hace cien años.
Sostuvo el vecino que, “tenemos todas las herramientas para hacer las cosas bien. La legislación está, simplemente falta información”.

EL SEGUNDO PLEBISCITO
Cerraba el mes de diciembre del año 2013 y desde algunos sectores que propician el desarrollo minero plantearon el pedido de que se promueva un nuevo plebiscito como el del año 2003, en el que se le dijo que no a un determinado proyecto minero. Natalia Williams concluyó al respecto que, “no se trata de quien le gana a quien. Esa división entre sí o no, no le hace bien a la comunidad”. Amplió su posición al decir que, “supongamos que se hace un nuevo plebiscito y gana el sí a la mina. Que reacción tendrán los del no. Nos vamos a pelear entre la gente que nos queremos de toda la vida. Ahora, si fuera al revés (gana el no) ¿qué oportunidades le damos al sector que está necesitando fuentes de trabajo y oportunidades como cualquier hijo de vecino tiene que tener?”.
Además planteó sus dudas de que información dispondrán los vecinos para tomar su decisión, “porque si se parte de información mal intencionada la gente va a tener miedo porque no conoce”.

Gustavo Ambar respaldó los dichos de Natalia Williams y pidió, “no mirar para atrás, sino para adelante. Porque si no el presente nos pasa por encima y seguimos viviendo de lo que nos puede dar el Estado porque nosotros no producimos nada. Si mañana el petróleo baja, nosotros vamos a recibir menos (regalías). Por ello tenemos que generar alternativas en la provincia y la actividad minera, mientras dure, puede permitirnos desarrollar otra actividad que quede en el tiempo”.
“Nosotros no agredimos a nadie, tenemos una apertura diferente y respetamos a los que piensan de otra manera”, sentenció el vecino, “cada vez somos más y seguimos trabajando para ver si podemos lograr generar trabajo para más gente”.

EL EJEMPLO MADRYN
Sobre el final de la charla, el geólogo Sergio Kaín mencionó el caso de Puerto Madryn, “que hoy es una ciudad turística pero que comenzó siendo un polo minero con Aluar. Porque Aluar es una planta minera a la que le falta solamente tener una mina al lado. Sólo que en este caso el mineral para hacer el aluminio se lo importa”, pidiendo que, “veamos estos ejemplos así como los de San Juan o Santa Cruz.

Concluyó Kaín en que, “en estos diez años se nos ha discriminado, escrachado y callado con el miedo. Nosotros simplemente invitamos a todos los vecinos a que pierdan el miedo y que escuchen la otra campana”.

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