“LA MINERÍA HA CAMBIADO. LAS COSAS SE PUEDEN HACER BIEN”
VECINOS PIDEN AL ESTADO QUE PROPICIEN UN DEBATE AMPLIO Y
SERIO SOBRE LA ACTIVIDAD
“La minería ha cambiado. Las Cosas se pueden hacer bien”. La
conclusión no le pertenece a foráneos que pretenden inculcar una idea a la
población local, sino a vecinos que ven como la industria puede significar una
oportunidad cierta de desarrollo para una ciudad como Esquel que demanda cada
día más la generación de puestos de trabajo que se originen en el sector
privado y la obvia imposibilidad del Estado de brindarlo, ya sea de manera
directa como empleado de la Administración Pública o indirecta con la obra
pública.
Sergio Kaín, Natalia
Williams y Gustavo Ámbar, el pasado sábado conformaron el panel de invitados
del programa “Hablemos de Minería” que se emite por FM Esquel cada fin de
semana.
UN POCO DE HISTORIA
Sergio Kaín, geólogo
que vive en Esquel, a partir de su especialización en exploración minera,
trabajó en el cordón Esquel aunque aclara que no en el sector en el que están
los yacimientos que involucran al proyecto Suyai que Minas Argentinas propone a
los esquelenses poner a producir en un sistema de galerías, “sino unos 10
kilómetros al norte”
“En el año 96 se
descubrieron las vetas que llegan hasta casi el cerro Tres Picos” rememora el
geólogo, “y en el año 97 fue que se comenzaron a hacer los estudios más
importantes. Si bien había oro en superficie, 30 metros más abajo no había
nada. Posteriormente la empresa que tenía los derechos los negocia con otra
empresa, la minera El Desquite (conformada por dos empresas una de las cuales
era de capitales argentinos) que fue la más conocida en Esquel y que fue la que
realizó los mayores estudios en el descubrimiento principal y donde están los recursos.
Después vino Meridian Gold y el después llegó el 2003 en que se pararon las
actividades”.
El día 4 de junio del año 1997, el diario local El Oeste
publicaba en su tapa como título principal: “ESQUEL. ORO” y desarrollaba un
artículo con detalles del descubrimiento en el Cordón Esquel. Kaín recuerda la sorpresa que generó aquella
tapa en la ciudad de Esquel, “si bien ya se conocía que había oro en la
superficie. En aquel momento hubo mucha repercusión en Esquel, todo el mundo
estaba muy interesado porque se veía como una fuente de trabajo. Después,
cuando Minera El Desquite descubre las reservas que había, la gente estuvo muy
entusiasmada, mostraba interés en trabajar. Incluso muchos comerciantes y
prestadores querían prestar sus servicios también. Hasta fines del 2001 e
inicios del 2002 la gente estaba interesada”.
Recuerda el geólogo que no solamente se generó entusiasmo,
sino que el descubrimiento tuvo un pequeño impacto en la economía local a
partir de que la empresa minera de entonces contrató distintos servicios en la
ciudad como por ejemplo el alquiler de vehículos o viviendas o compra de
insumos, “pese que solamente era una etapa de exploración. Pero ya tenían unos
50 empleados y ese dinero circulaba en la ciudad. Imagínense como se notaría si
fuera durante una etapa de producción”.
Más adelante volvería el geólogo sobre este último punto al
afirmar que desde lo económico, “tener la mina va a repercutir inmediatamente.
Los impuestos que paga la actividad en general, anda en alrededor del 52% de lo
que genera”. Fue entonces cuando planteó que no todo lo recaudado queda en la
provincia, “y de esto la gente se queja mucho. Porque la mayoría de los
impuestos se la lleva Nación, como por ejemplo ganancias o derechos a las
exportaciones. La minería deja, el problema es la distribución”. De todas
formas aclaró que esos porcentajes menores que le quedan a los municipios o la
provincia, “son en cuanto a dinero, montos muy importantes, muy grandes”.
Además mencionó el ingreso de dinero al circuito económico
local producto de los sueldos del personal “y el efecto multiplicador porque de
cada una persona contratada de manera directa, se generan tres o más puestos
indirectos”.
15 AÑOS DESPUÉS, EL FANATISMO
Una década y media después de aquel titular, el oro sigue
allí, esperando a ser aprovechado mientras que en la ciudad, solamente en la
bolsa de empleo del municipio local, hay más de 4 mil cv de vecinos que esperan
acceder a un trabajo. Natalia Williams, en su rol de vecina, consideró
necesario, “que la gente conozca el proyecto actual. Porque se lo cuestiona y
se lo condiciona de parte de un grupo de gente que no quiere dialogar, que
tiene una posición fanática en este tema, que se cierra y no respeta la opinión
ajena. Y el fanatismo no conduce a nada”. Cree que si existiera un diálogo
donde se puedan exponer los argumentos del porque si o porque no, “podríamos
juntarnos y ser partícipes de poder generar este beneficio para toda la gente”.
“Mi situación (socio económica) no es mala”, agrega
Williams, “pero yo he recorrido los barrios y hay situaciones muy feas de
muchos vecinos que el resto no la está viendo porque están cómodos”. Por ello
pidió a sus conciudadanos que, “vayan a la periferia de Esquel, contemplen lo
que pasa”.
Natalia Williams sospecha que si el proyecto se aprobase por
las autoridades, muchos de los hoy opositores van a cambiar de posicionamiento.
“Hoy no lo quiere nadie pero cuando esto se de van a ser los primeros en querer
estar”.
GOBERNAR PARA TODOS
Por su parte Gustavo Ámbar analizó el comportamiento de la
clase dirigencial, entendiendo que se debería, “gobernar para todos y no para
un solo sector. Por ejemplo los concejales (de Esquel) no acompañaron este
proyecto ni muchos otros pero tampoco han presentado ellos ninguna alternativa,
no se ha hecho nada”.
“Acá está faltando una pata, la de la política”, dijo Ámbar
aludiendo al pedido de una apertura del debate que están haciendo sectores que
propician el desarrollo minero de Esquel y la región, “las autoridades deberían
dejar que se conozca el nuevo proyecto, que se conozca cómo puede impactar ese
nuevo proyecto en otras actividades”.
“La gente tiene que sentarse a hablar. No es si porque o no
porque no. Acá hay que consensuar”,
sostuvo.
“Hoy todo tiene minería. Las medicinas, la tecnología que
usan quienes están en contra de la minería, tienen productos de la minería. Entonces no
podemos sacar, por ejemplo, de los estudios el tema minero”, planteó en otro
momento el vecino.
LA MISMA CAMPANA DE HACE 15 AÑOS
Coincidió el geólogo Sergio Kaín la necesidad de una
participación de todos los actores en un debate profundo sobre la cuestión, y
remarcó también la ausencia del Estado en este momento, “los vecinos estamos
participando. La empresa está participando. Faltan los funcionarios para de esa
manera poder alcanzar un diálogo sincero y real. Mientras tanto será muy
difícil llegar a beneficiar a toda la sociedad con la actividad minera”.
Para Kaín, “hoy se sigue escuchando la campana de hace 10
años porque es la campana que tiene prensa. Porque es la campana que queda bien
y que parece ser la creíble cuando no es así”. Reconoció entonces que, “la
antigua minera tuvo muchos errores del punto de vista ambiental. Justamente son
esos errores los que se utilizan desde 10
años para defenestrar la minería. Pero la minería actual es distinta, es otra
historia. Es de las pocas actividades en el país y el mundo que tiene tremendos
controles ambientales e incluso en la Argentina la minería comenzó en los 90
con una ley ambiental nacional y no sé si hay hoy otra actividad que la tenga”.
Mencionó el cercano ejemplo de Chile, “que tuvo los mismos
riesgos que nosotros. Y ellos están explotando (yacimientos mineros) hace cien
años.
Sostuvo el vecino que, “tenemos todas las herramientas para
hacer las cosas bien. La legislación está, simplemente falta información”.
EL SEGUNDO PLEBISCITO
Cerraba el mes de diciembre del año 2013 y desde algunos
sectores que propician el desarrollo minero plantearon el pedido de que se
promueva un nuevo plebiscito como el del año 2003, en el que se le dijo que no
a un determinado proyecto minero. Natalia Williams concluyó al respecto que,
“no se trata de quien le gana a quien. Esa división entre sí o no, no le hace
bien a la comunidad”. Amplió su posición al decir que, “supongamos que se hace
un nuevo plebiscito y gana el sí a la mina. Que reacción tendrán los del no.
Nos vamos a pelear entre la gente que nos queremos de toda la vida. Ahora, si
fuera al revés (gana el no) ¿qué oportunidades le damos al sector que está
necesitando fuentes de trabajo y oportunidades como cualquier hijo de vecino
tiene que tener?”.
Además planteó sus dudas de que información dispondrán los
vecinos para tomar su decisión, “porque si se parte de información mal
intencionada la gente va a tener miedo porque no conoce”.
Gustavo Ambar respaldó los dichos de Natalia Williams y
pidió, “no mirar para atrás, sino para adelante. Porque si no el presente nos
pasa por encima y seguimos viviendo de lo que nos puede dar el Estado porque nosotros
no producimos nada. Si mañana el petróleo baja, nosotros vamos a recibir menos
(regalías). Por ello tenemos que generar alternativas en la provincia y la
actividad minera, mientras dure, puede permitirnos desarrollar otra actividad
que quede en el tiempo”.
“Nosotros no agredimos a nadie, tenemos una apertura
diferente y respetamos a los que piensan de otra manera”, sentenció el vecino,
“cada vez somos más y seguimos trabajando para ver si podemos lograr generar
trabajo para más gente”.
EL EJEMPLO MADRYN
Sobre el final de la charla, el geólogo Sergio Kaín mencionó
el caso de Puerto Madryn, “que hoy es una ciudad turística pero que comenzó
siendo un polo minero con Aluar. Porque Aluar es una planta minera a la que le
falta solamente tener una mina al lado. Sólo que en este caso el mineral para
hacer el aluminio se lo importa”, pidiendo que, “veamos estos ejemplos así como
los de San Juan o Santa Cruz.
Concluyó Kaín en que, “en estos diez años se nos ha
discriminado, escrachado y callado con el miedo. Nosotros simplemente invitamos
a todos los vecinos a que pierdan el miedo y que escuchen la otra campana”.
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