“NO HAY PUEBLO QUE HAYA DESAPARECIDO POR DESARROLLAR MINERÍA”
Mario Hernández, licenciado en
Hidrogeología y Dr. En Ciencias Naturales, es un docente e investigador
argentino reconocido a nivel internacional. Actualmente es titular de la
Cátedra de Hidrogeología en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.
El pasado sábado, en el ciclo radial
“Hablemos de Minería (FM Esquel), Hernández fue entrevistado en torno a la
dicotomía que desde algunos sectores se trata de establecer en torno a la
explotación minera por un lado, y el cuidado y aprovechamiento del agua por el
otro. Esa dicotomía se encuentra, por ejemplo, en el argumento que esgrimen
opositores a la minería en Esquel diciendo que de habilitarse el proyecto
aurífero de explotación subterránea “Suyai”, esta ciudad cordillerana se
quedaría sin agua, algo negado desde la empresa que asegura que utilizará agua
de una “cuenca cerrada”.
El hidrogeólogo explicó que “hay cuencas
que tienen “vocación” de salir hacia el mar, como pasa por ejemplo con el Río
Chubut en nuestra provincia, río que con todos sus afluentes va a desaguar en
el atlántico. En cambio otras cuencas
que se llaman cuencas interiores, cerradas, centrípetas o endorreicas, no tienen salida libre ya sea
al mar o a un río más importante, sino que desaguan en un punto interior”.
Indicó Hernández que en Chubut existen muchos casos de cuencas cerradas, por
ejemplo en la actualidad el Río Senguer, “y en Esquel con algunas lagunas”.
Hernández asevera que es falso que donde
existe la minería se termina el agua, “es como decir que donde hay riego se
agota el agua o donde hay industria se agota el agua. Todo depende de cómo se
la cuide o la trate”. Planteó entonces que en algunos sectores de la provincia
de Buenos Aires el agua es escasa producto no de las industrias o su uso
productivo, sino de la propia población, “porque se la maneja mal”.
Entiende el hidrogeólogo que es necesario,
“recurrir a los campos de conocimiento, a la ciencia, que es la que nos provee
de las soluciones”. En ese sentido, recordó que existen métodos científicos
probados, que permiten predecir si determinado proyecto o industria puede
consumir o no todo un recurso acuífero, “de hecho está contemplado en la
legislación. Es decir que si el concesionario de la producción minera, o el
productor agrícola se maneja dentro de la ley, no debe tener problemas”. Aclaró
entonces que, “si se elude la legislación, el impacto puede surgir de cualquier
actividad”.
CONTAMINACIÓN DE NAPAS
También refutó los argumentos de los
antimineros en torno a que indefectiblemente la minería contamina las napas
subterráneas, aseverando que existe la tecnología para evitar ese impacto
negativo, “usando las previsiones del caso eso se puede evitar”.
Trazó un paralelismo con la prevención en
materia de salud, “hoy uno puede contraer por ejemplo la gripe A. Si se vacuna
no contrae la gripe porque tiene los anticuerpos. Es necesario y una obligación
ética que el minero, así como cualquier otro usuario del agua, tome las medidas
para evitar el mal uso del agua o su contaminación”.
LOS USOS DEL AGUA
Existen mitos sobre las cantidades de agua
que utilizan las distintas industrias. En minería suele impactar cuando se
habla de millones de litros cúbicos, pero lo que no se tiene en cuenta es que
esa cantidad se aprovecha en circuitos cerrados, es decir que una vez completo
el circuito, se renueva solamente lo que se pierde por evaporación, una parte
mínima de esa cantidad inicial.
Señaló Mario Hernández que la “Huella
Hídrica” refleja a nivel mundial que el mayor consumidor de agua es la
ganadería, con un promedio a nivel global del 70%. En la Argentina llega a un
promedio del 67%, es decir las 2/3 partes. Luego le sigue la industria si
incluimos dentro de ella a la hidrocarburífera que usa mucho agua en la
recuperación secundaria, y en tercer lugar el uso doméstico”.
ARMONÍA
“Es posible hacer minería en Esquel si se
hace con la armonía necesaria. Yo podría haber pensado que la agricultura
podría haber sido dañina para el medio ambiente. Y si hubiera sido asó nuestros
pioneros galeses no hubieran ido nunca a Esquel y esa ciudad no existiría salvo
por su recurso turístico”, dijo Mario Hernández, “haciendo equilibradamente las
cosas, son absolutamente compatibles la minería y el cuidado del agua. Como se
hace en todo el mundo, sin diferencias de ideología porque minería se hace en
Estados Unidos, en Corea del Norte, en China, en Cuba. No es un problema
ideológico sino de equilibrio”.
Remarcó que en toda la cordillera andina,
la minería fue una actividad de los pueblos originarios, “por ejemplo la gente
se maravilla con Machu Pichu y allí se dio la utilización más importante del
oro. Luego vino la conquista y en todas las iglesias antiguas está todo hecho
en oro. Es decir que había minería y los pueblos no desaparecieron ya sea en
Bolivia, Perú, Chile o Argentina. Siglos demuestran que es compatible la
minería con nuestra cultura”.
“En Argentina tenemos una cuestión cultural
en esto de poner todo en sí o no. Boca –River, Perón o Balbín, Si o No a la
minería. Tomamos posturas y muchas veces las tomamos mal”, concluyó.
Fuente: patagoniapyp.com
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