EL IMPACTO DE LA MINERÍA EN ARGENTINA SOBRELA SALUD DE LAS COMUNIDADES
La minería ha acompañado y hecho posible el
desarrollo de la civilización. Hace 43.000 años, los hombres del Paleolítico
excavaban en Lion Cave (Cueva del León), Suazilandia, en busca del mineral compuesto
de
hierro, la hematita, que extraían para producir un pigmento ocre.
En la actualidad, es una industria que
utiliza tecnología avanzada y, en muchos países, hace una importante
contribución a las economías locales y nacionales.
Asimismo, la minería formal, aborda los
aspectos ambientales en forma prioritaria, pero, como sucede en otras
actividades industriales, la minería ha cometido errores en el pasado.
No obstante, la utilización de nuevas
tecnologías aplicadas a la industria, la rigurosidad de los controles
ambientales y el acercamiento y diálogo con los grupos de interés previo a la
instalación de un yacimiento, inciden de manera positiva en minimizar posibles
impactos adversos.
En Argentina se registró un caso grave que
involucró a la fundidora de plomo Metal Huasi, que estuvo en funcionamiento
entre 1955 y 1987 en Abra Pampa, Jujuy,
donde se procesaban minerales provenientes de emprendimientos mineros locales.
La planta estaba ubicada a tres cuadras de
la plaza central de Abra Pampa y, como resultado del crecimiento urbano, quedó
rodeada de áreas residenciales, lo que expuso a la población a niveles
inseguros de contaminación por metales pesados durante todo el período en el
que operó.
Después de su cierre, permanecieron más de
15 toneladas de residuos de metales pesados acumulados en la operación, de las
cuales al menos 9 toneladas tenían altos niveles de concentración de plomo.
Como consecuencia de la presencia de tales
desechos tóxicos en la ciudad, las condiciones sanitarias y ambientales de los
habitantes de Abra Pampa, la mayoría de los cuales pertenecen al pueblo
indígena Kolla, han sufrido repercusiones negativas. El envenenamiento por
plomo se documentó por primera vez en
1986, durante un estudio científico realizado por investigadores de la
provincia y la Universidad Nacional de Jujuy.
Los resultados mostraron que la
concentración de plomo en sangre superaba los 10 μg / dL en el 80% de las
muestras obtenidas de niños de entre 6 y 12 años. Según la Organización Mundial
de la Salud, ese nivel de plomo en sangre puede afectar el desarrollo
neurológico de este grupo etario.
Como es de esperar, éste y otros
antecedentes han despertado inquietud en la comunidad argentina sobre el
impacto en la salud que puede derivarse de la minería, industria que ha crecido
de manera sostenida en la última década.
Dada la controversia generada por los
peligros potenciales para la salud relacionados con la minería a cielo abierto,
en el marco de un acuerdo de cooperación entre FUNCEI (Fundación Centro de
Estudios Infectológicos), una organización sin fines de lucro, creada en Buenos
Aires en 1987 por el Dr. Daniel Stamboulian, y el Ministerio de Salud de la
provincia de Catamarca, en el año 2010 realizamos un estudio para evaluar la
situación sanitaria de las personas que trabajaban en Bajo de la Alumbrera o
que vivían en las comunidades aledañas.
Uno de los principales objetivos del
convenio de cooperación consistió en
analizar científicamente la relación entre la actividad minera, la salud y los
problemas ambientales de esta zona del país.
Fue nuestro interés colaborar para
esclarecer los mitos y verdades relacionados con los efectos de la actividad
minera sobre la salud, desarrollando estrategias de supervisión y control que
contribuyeran a promover prácticas seguras para las comunidades y el medio
ambiente.
Fruto del convenio se presentó el informe
de la investigación “Programa de Evaluación del Estado Sanitario en Zonas de
Influencia de Actividad Minera en la Provincia de Catamarca”.
Evaluacion del Estado Sanitario en Zonas de
Actividad Minera en Catamarca from FUNCEI
Bajo de la Alumbrera es la mina a cielo
abierto de cobre y oro más importante de Argentina. Está en funcionamiento
desde 1997 y se ubica al noroeste de la provincia de Catamarca, a una altura de
2.600 m.s.n.m., en el área minera de Agua de Dionisio, distrito de Hualfín, departamentos
de Belén y Andalgalá.
En la operación, el mineral se extrae con
cuatro palas eléctricas de gran tamaño y luego se transporta a través de una
flota de treinta y seis camiones mineros con capacidad para 220 toneladas.
Mediante procesos de trituración, molienda
y flotación a gran escala, Bajo de la Alumbrera produce un promedio anual de
570.000 toneladas de concentrado que contienen aproximadamente 140.000
toneladas de cobre metálico y 380.000 onzas troy de oro. También se producen
26.363 onzas de oro oré, y 3.233 toneladas de molibdeno. El oro se recupera
tanto en forma de oro doré por medio de un proceso físico gravitacional como
del concentrado.
El concentrado en forma de pulpa con un
contenido de 63% de sólidos, se transporta por un mineraloducto de 316 km desde
las instalaciones de procesamiento en la mina hasta la planta de filtros
ubicada en Cruz del Norte, provincia de Tucumán, y luego se traslada por
ferrocarril hasta un puerto en Rosario, provincia de Santa Fé, donde es
embarcado para ser enviado a refinerías internacionales que lo procesan para
obtener el producto final.
Las colas generadas por el proceso
productivo fluyen por gravedad hasta el dique de colas, donde las partículas
sólidas finalmente se depositan y el agua se recircula a fin de ser utilizada
nuevamente en el proceso
Durante las entrevistas, los empleados de
la mina no informaron peligros laborales para la salud ni tampoco el personal
hospitalario ni los vecinos notificaron efectos sanitarios adversos.
En los análisis de calidad del agua se
detectaron concentraciones naturalmente altas de sulfato tanto río arriba y
abajo de la mina, pero seguía siendo potable.
En relación al cáncer en adultos, si bien
la prevalencia de cáncer de mama, próstata, riñón y linfomas en Catamarca
superaban los índices nacionales, los tasas
más altas no correspondían a la región minera occidental, donde se ubica
el yacimiento y las instalaciones productivas de Minera Alumbrera (y el resto
de las explotaciones mineras), sino que se encontraban en la región central,
más densamente poblada. Para el análisis, fue invalorable el aporte del
Registro Provincial de Tumores, que permitió vincular cada caso con el lugar de
residencia del paciente.
Además, la mortalidad por cáncer en la
provincia se encontraba por debajo de los promedios nacionales.
Se estimó que, entre los niños, la
incidencia de cáncer era de 120.4 casos por millón de niños menores de 15 años
al año, y a nivel nacional, ascendía a 124.4 casos por millón de niños menores
de 15 años al año.
El patrón de tumores pediátricos estaba
liderado por tumores del sistema nervioso central, linfomas y leucemias, un
patrón típico y semejante a otros países latinos, con o sin explotación minera.
Se realizó un estudio de campo en Amanao,
un asentamiento ubicado a 17 km de la mina, invitando a todos los habitantes
mayores de 15 años a participar.
En total se evaluaron a 57 personas (30
hombres y 27 mujeres), que representaban a más del 90% de la población local.
El número promedio de años en que la población
había vivido en Amanao, fue de 30.5
años.
No se detectaron cambios en el perfil
epidemológico de la población local.
Las enfermedades más comunes que se
observaron fueron las infecciones y la hipertensión.
Por ende, no encontramos evidencia de que
la minería tuviera efectos adversos en la salud de las comunidades locales.
Vale la pena mencionar que nuestro estudio
es el primero que se realizó para evaluar las condiciones sanitarias en las
proximidades de Bajo de la Alumbrera, por lo que para entender mejor cómo la exposición a
factores ambientales en las áreas mineras afecta la salud, deberían adoptarse
medidas apropiadas de vigilancia epidemiológica, según las necesidades locales.
La evaluación del impacto en la salud es un
instrumento que combina diferentes procedimientos, métodos y herramientas para
determinar los efectos potenciales que pueden tener las actividades económicas
en las poblaciones más vulnerables y formula recomendaciones sobre las medidas
de mitigación.
Antes del lanzamiento de proyectos mineros
de gran escala, la evaluación del impacto en la salud brindará información útil
y le permitirá a los grupos de interés, comunidades locales y autoridades
gubernamentales tomar decisiones sobre las actividades mineras basadas en
evidencias.
Asimismo, una vez que el proyecto se
encuentra en marcha, recomendamos la designación de un equipo de expertos en la
operación para que detecten problemas en la salud vinculados con la
contaminación ambiental en forma oportuna y confiable, de manera tal de que
puedan implementarse medidas preventivas y adoptarse medidas de control
adecuadas.
Diego Fridman.
Médico. M.N. 99.659.
Docente de Geología Médica, Impactos
Mineros y Ambientales. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de
Buenos Aires.
Secretario, Oficina Local en Argentina de
la Asociación Internacional de Geología Médica.
Director de Investigación Clínica en
FUNCEI, Buenos Aires.
http://mineriaesdesarrollo.com.ar/
Abra Pampa pueblo contaminado pueblo olvidado
ResponderEliminarHay niñas y niños contaminados con plomo mediante la segregación del poder ejecutivo nacional con su exponente mayor, secretario de minería y el poder ejecutivo provincial, jefe de gabinete, diputados, senadores, autoridades de Gestión Ambiental, de la Cámara de Minería, de la Secretaria de minería; intendente, entre otros, quienes desconocieron el Art.41 de la Constitución Nacional sobre el derecho a un ambiente sano, y, obviaron la ley 26061 de los derechos de las niñas ,niños y adolescentes para lograr sustanciosamente masacrar a los niños de la puna jujeña , contaminando con plomo .Estos señores son los alumnos predilectos del ilustre sanjuanino. Para ellos vale su recordatorio: “¿Lograremos exterminar los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no es más que unos indios asquerosos a quienes mandaría a colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado”.
(“El Progreso”, 27 de septiembre de 1844) Domingo Faustino Sarmiento