VECINO CUENTA CÓMO CRECIÓ DANDO SERVICIOS A LA MINERÍA
LLEGÓ A TENER 22 EMPLEADOS.
El vecino de Esquel Guillermo Bartolomé, contó cómo se
inició con su empresa en 1998, y el crecimiento que experimentó a la fecha,
brindando servicios a la actividad minera y petrolera no sólo en Chubut sino
también en otras provincias. En ese año, cuando llegaron geólogos a la zona
(por la minería que se
proyectaba en Cordón Esquel), se contactó y empezó a
prestarles servicios en terreno, y “a solucionarles problemas que para nosotros
no lo son”.
Trabajó y se pudo comprar una camioneta que se las alquilaba,
pero le requerían más vehículos, que obviamente fue sumando, y en su momento
con la expansión que iba teniendo ya como una pequeña empresa, llegó a tener 22
empleados en Gastre donde también se desempeñó en minería, aunque hoy por hoy
la actividad es escasa en esa parte de la meseta, atribuíble por Guillermo
Bartolomé a cuestiones políticas.
Ese vínculo con grandes empresas mineras y petroleras, le
abrieron la posibilidad de crecer como empresario, y como producto de ello,
contó orgulloso que pudo mandar en colaboración con su hermano y su padres a su
hermana a estudiar a Buenos Aires, lo que no hubiesen podido de haber seguido
teniendo como fuente de ingreso en Esquel lo que producía su taller de
electricidad del automóvil.
Asimismo en sus declaraciones al micro-programa “Hablemos de
Minería” de FM Esquel, admitió que creció económicamente y logró hacer cosas
que sin la actividad minera y petrolera le hubieran sido imposibles, pero no
sin sacrificio, porque estuvo trabajando en Mendoza en una mina de oro y plata;
provincia donde continúa en la actualidad, y también lo hace en Santa Cruz; y
en petróleo se desempeñó en Neuquén y en Comodoro Rivadavia.
EN UN PUEBLO CHICO
Más adelante Guillermo Bartolomé afirmó que Esquel es una
linda ciudad para vivir, pero que hay poco para hacer y la mayoría depende de
un empleo público, al tiempo que opinó que sería positivo el desarrollo de la
minería en la provincia, siempre haciendo las cosas como corresponde, y comentó
que trabaja en el proyecto Manantial Espejo, en un pequeño pueblo (más chico
que Trevelin) llamado Gobernador Gregores en Santa Cruz, y allí hay siete
empresas mineras en actividad.
Desestimó el vecino esquelense que la minería provoque
muerte y serios problemas de salud como sostienen sectores que se oponen, y
subrayó: “yo, tengo todos los dedos de mis manos, no se me cayó nada, y tengo
amigos que están en la minería desde antes; manipulan cianuro y maquinarias, y
no les ha pasado nada”.
Respecto de la contaminación Bartolomé dijo que el hombre
contamina haciendo casas, tirando basura en lugares inadecuados, etcétera, por
lo que consideró que es muy relativo el concepto de que la minería es
contaminación. Explicó que las empresas petroleras y mineras tienen sus
departamentos de Medio Ambiente, y son muy estrictas en el cuidado del
ambiente, y si sucede por ejemplo un derrame, es un accidente no una acción
para contaminar.
Hizo un llamado a los políticos Guillermo Bartolomé, y les
pidió que se animen y se informen para poder tener un debate serio acerca de la
minería, porque “se hablan muchas cosas desde el desconocimiento, y hay muchos
opinólogos sin saber”.
Les sugirió que vayan a conocer la actividad minera en
marcha, para luego evaluar si se concreta o no un proyecto, argumentando por
qué se hace, o por qué no sin el “no porque no”.
Manifestó que conoce jóvenes que se han ido a trabajar en
minería en otros lugares, y se les ha cambiado la calidad de vida, porque
quedándose en Esquel, no hay un abajo que les pueda pagar entre 15 y 20 mil
pesos mensuales, que es lo que gana un operario en la minería.
Bartolomé analizó que es compatible la minería con la
actividad turística, pero lamentó que Esquel es una ciudad de paso y n puede
ser turística con una temporada de 15 días en invierno; y un lago como el
Futalaufquen a más de 50 kilómetros. Sostuvo que no hay vida nocturna ni varios
restaurantes para ofrecer a los visitantes, por lo que vaticinó que “puedo
asegurar que Esquel no va a ser turística nunca”.
Fuente: Jornada
Imagen: Archivo
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